Cubazuela, Venecuba, el futuro nuevo país latinoamericano
In claris non fit interpretatio.
La idea del presidente Chávez y las recientes declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores cubano en la ONU sobre la posibilidad de que Venezuela y Cuba se unan como un único país, no es un inocente proyecto lleno de romanticismo bolivariano.
Es parte, sino, de un programa de introducción gradual de una solución a un problema que se hace cada día más evidente: la falta de liderazgo en Cuba para sustituir la mítica figura de Castro.
Antes que zozobrar en una aventura de sustitución que pueda poner en riesgo "la obra de la revolución", se está pensando en que a falta del comandante en jefe puede tomar la dirección el nuevo caudillo lationamericano. Mano firme y decidida, populismo, petróleo y riquezas, liderazgo entre los suyos, Chávez perfectamente podría ser quien mantuviera el orden y la continuidad del régimen cubano, cuando el comandante ya no esté.
Y no es de dudar que esto sea fruto de las "reflexiones" diarias de Castro. El plato ya está cocinándose, solo se abren las ventanas para que el olor del cocido llegue a ser percibido por los de adentro y los de afuera, poco a poco, como el que no quiere las cosas, para ir sopesando reacciones, y hacer las correcciones antes de servirlo.
Sirve también de contramedida para quienes ven como única solución de futuro para Cuba su posible integración en los Estados Unidos.
Ocho millones de votos cautivos no vendrían mal para otra reelección de Chávez, que ya cuenta con un proyecto de reforma constitucional para perpetuarlo en el poder.
¿Cómo lo acogerán los cubanos que viven en la isla? Posiblemente como una posibilidad de salida a sus tribulaciones y carencias. ¿Y los venezolanos? Como una carga más para el país.