50 años después, una canción olvidada puede convertirse en el himno de esperanza para el pueblo cubano.
El primero de enero de 1959 todas las emisoras de TV suspendieron sus programaciones y colocaron el "patrón de pruebas". Unas horas antes, en la despedida del agotado 1958, Cuba recibía el nuevo año con trascendentales cambios: la revolución había derrotado a Bastista.
Los canales 2, 4 y 6 de la televisión repetían, una y otra vez, enardecedoras notas de conocidos himnos patrióticos y ofrecían, en medio, noticias sobre cada nuevo acontecimiento que protagonizaban los barbudos que venían de la Sierra. Entre esos himnos estaba una marcha que llegaba con una especial emoción al corazón de los cubanos. No se trataba del Himno Invasor, ni de la Marcha del 26 de julio, ni siquiera del Himno Nacional. Era una marcha cuya letra reflejaba todos los anhelos de libertad de la juventud y los de todos los ciudadanos que deseaban otra Cuba.
Canción de Libertad, repetidamente, ya la tarareaba la abuela mientras cocinaba, el panadero cuando horneaba la masa, el escolar anotando en sus cuadernos, el limpiabotas haciendo sus piruetas. Era la expresión musical de lo que estaba ocurriendo en el país. Dificilmente un cubano que haya nacido después de 1950 recuerde o conozca la Canción de Libertad. Y los que tuvimos la oportunidad de oirla y repetirla, hoy nos resulta difícil recordar sus notas o toda su letra.
Y es que solo unos meses después de ese primero de enero, la Canción de Libertad despareció de la radio y de la televisión, y con los años quedó sepultada en el un total olvido. Olvido bien premeditado, que borró la pieza musical de los archivos como para que nadie, nunca más, pudiera encontrarla.
Seguramente la alabanza a la libertad y a Dios fuera parte de los motivos. O que el autor no haya seguido el camino que el nuevo hombre fuerte de Cuba trazaba pocos meses después de su triunfo.
Canción de Libertad fue compuesta por José Ovelleiro Carvajal, un pinareño nacido en 1912 y fallecido el 3 de enero de 1962. Entre sus obras se encuentran los populares himnos "América inmortal", "Canto rebelde", así como el difundido pregón "Vendo Maracas". En la década del 50 el sello Caribe editó un LP con creaciones de este autor, con orquesta dirigida por Humberto Suárez y el coro de Paquito Godíno, además del cuarteto de Felipe Dulzaides.
No puedo asegurar que Ovelleiro haya fallecido fuera de Cuba. En el Diccionario de la Música Cuba de Helio Orovio, solo aparece una lacónica referencia a su nacimiento y muerte. Tampoco Internet es prolija en datos sobre su vida. Pero el hecho de que el pianista Humberto Suárez se haya establecido en Puerto Rico en 1960, me hace sospechar que Oveillero tomó un derrotero similar fuera de Cuba. Tampoco en la Historia de la Música Cubana de Elena Pérez Sanjurjo figuran estos dos músicos. Parece que el olvido estaba inscrito como destino de estos dos hombres, como lo fue también Canción de Libertad.
Más de 50 años después de su gran popularidad, la letra de Canción de Libertad vuelve a ser un vigoroso himno para los actuales anhelos del pueblo cubano: la libertad.
"…Canción de libertad, que vibra sin cesar, por valles y montañas, por llanos y praderas, barriendo la maldad…" suena a lo que quieren oir los cubanos.
"…La patria estremecida, parece que recibe, la bendición de Dios, y el pueblo esclavizado vuelve a ser libre y feliz, y lleno de esperanza, entona su vibrante, canción de libertad…"
Canción de Libertad es el himno perfecto para todos aquellos que quieren un futuro mejor para Cuba. Lo es también para los que hoy dentro de la Isla se enfrentan valientemente a la opresión. Sería maravilloso que Canción de Libertad fuera la marcha que entonaran todas las organizaciones democráticas cubanas para denotar el objetivo común de sus empeños.
Es por ello que invito a todos los cubanos y a los amigos de Cuba a divulgar esta marcha de la Canción de Libertad, para que llegue a todos los confines donde aún se sienta el perfume del tabaco de Vuelta Abajo, tierra del compositor, y el repicar de los tambores. Que cada cubano que viaje a Cuba lleve copias de esta canción, que divulgue su historia y, sobre todo, que sirva de regalo a todos los que conservan el amor por la Patria traicionada, pisoteada y oprimida, porque en la tierra de Ovelleiro no conocen su obra.
Sirvan estos cortos y humildes párrafos como recuerdo y homenaje al autor de Canción de Libertad que tanto emocionó a los que nos despertamos un día de año nuevo pensando en un futuro luminoso y próspero para Cuba, que pronto desapareció junto a la canción que nos lo hizo imaginar.
Nota: Por ironías de la vida, escribo esta entrada un 4 de septiembre, fecha que coincide con el triunfo de otra revolución, la del Sargento Fulgencio Batista en 1933.
Escuche Canción de Libertad con la Orquesta de Humberto Suárez
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